Menu
05/06/2023
A+ A A-

Columnistas invitados/Guest columnists

No se debe igualar la Víctima con el Victimario

Dagoberto ValdésLos últimos acontecimientos en Cuba duelen, como cubano, por el divorcio de la diplomacia y la política con la verdad. Una cosa es decir la verdad, con elegancia, respeto y decencia, y otra cosa es ocultar, negar, o silenciar, la verdad o una parte de ella.

Pero, más grave aún, es la equiparación de las víctimas con los victimarios que es otra forma de no reconocer la verdad en las relaciones humanas. Es cierto que, por la sola razón de ser todos seres humanos, se deben respetar la vida, la integridad y los derechos tanto de las víctimas como de los victimarios, sin odios ni venganzas. Sin embargo, es una injusticia, éticamente inaceptable, que se trate de asemejar a las víctimas de la opresión con aquellos que le violan sus derechos.

Aunque en su esencia todos los seres humanos somos de la misma naturaleza y debemos gozar de la misma libertad y de los mismos derechos, eso no debe significar que a quien recibe el daño y el que lo provoca, no se le haga justicia. Recordemos la definición que nos brinda el Diccionario de Oxford sobre la justicia: “Es el principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde, merece o pertenece.”

En esta definición debemos destacar varios aspectos: uno, que no habrá justicia verdadera si no hay conciencia y formación moral o se actúa en contra de los principios éticos. Dos, que la justicia también es un instrumento que  nos permite discernir y juzgar el propio comportamiento y el de los demás. Cuando se argumenta que no se deben hacer juicios de valor se pierden hasta los mismos valores y la capacidad de discernimiento. Se desemboca en el relativismo moral. Tres, que la justicia está estrechamente vinculada con la verdad. No puede haber verdadera justicia si se vive en la mentira estructural, política y personal. Y cuarto, la justicia debe dar a cada cual lo que le corresponde, lo que le pertenece y lo que merece.

De este último punto “dar a cada cual lo que se merece”, se deduce que no puede darse el mismo trato a las víctimas y a los victimarios porque sería injusto dar lo mismo al que es culpable de abusos, injusticias, represión o violación de los derechos de los demás, y a aquellos que reciben y sufren la violencia y la injusticia.

Propuestas

Read more ...

He estado pensando… (XXXI).

                                        He estado pensando… (XXXI).

                        Por el Padre Alberto Reyes Pías, sacerdote cubano.

                            He estado pensando en gritar en el desierto

Sesenta y cuatro años es mucho tiempo. Mucho tiempo viendo cómo la vida en el sitio donde has nacido y crecido se hace cada vez más precaria y difícil; cómo la tierra se hace más improductiva, la esperanza más escasa, y más apremiantes las ansias de escapar. Es mucho tiempo gastando la existencia en un presente de sobrevivencia, sin horizontes, sin sueños, sin futuro.

Sesenta y cuatro años es tiempo más que suficiente para darse cuenta de que el proyecto llamado “Revolución cubana” no funcionó, porque no trajo progreso, ni logró su ideal del “hombre nuevo”, ni solucionó los problemas que prometió solucionar, ni conquistó, a la larga, el corazón del pueblo.

Sesenta y cuatro años es tiempo más que suficiente para constatar que, en realidad, el poder sobre este pueblo se ha mantenido a través del miedo, de la desconfianza de unos contra otros, de los discursos de odio, de la exclusión sistemática del que alzaba una voz diferente, de la represión que no conoce límites y que es capaz de traspasar las fronteras de lo humano.

Tiempo suficiente para preguntarse una y otra vez: ¿a dónde vamos?, ¿qué futuro, qué esperanza, qué incentivo para vivir aquí podemos esperar?

Pero yo también tengo otra pregunta, una pregunta que haría a los que dirigen con su poder los rumbos de esta nación, pero no sólo a ellos sino a todos los que, de un modo u otro, están involucrados en los mecanismos que mantienen las estructuras de poder en esta tierra.

Yo pregunto, aunque mi pregunta sea un grito que se pierde en el desierto: ¿es que no ves?, ¿es que no sufres?, ¿es que no tienes familiares, amigos, vecinos, conocidos… que te dicen una y otra vez “no puedo más” o “hasta cuándo va a ser esto”?

Read more ...

A 62 AÑOS DE LA TRAICIÓN EN PLAYA GIRÓN (segunda parte)

                                                      CONCLUSIÓN

La derrota de la Brigada de Asalto 2506 en las arenas de Girón y Playa Larga tuvo como causa inmediata el no disponer del control aéreo sobre las playas de desembarco debido a las fatídicas decisiones políticas tomadas por el Presidente John F. Kennedy de limitar y suspender los ataques aéreos contra las bases castristas. Esa realidad se evidenció cuando una media docena de aviones de la Fuerza Aérea Revolucionaria castrista hundieron los buques Houston y Rio Escondido que transportaban hombres, equipos, pertrechos y municiones esenciales para la lucha de la Brigada y derribaban a placer los B-26 de la Brigada que intentaban apoyar a sus hermanos en tierra.

Ante la insistencia de los jefes Militares y de la Agencia Central de Inteligencia de autorizar el apoyo aéreo a la Brigada por aviones A4D Skyhawks del portaviones USS Essex que se encontraba frente a la Bahía de Cochinos, Kennedy ratificaría su negativa. De hecho, en respuesta la solicitud del Almirante Arleight Burke, uno de los jefes del Estado Mayor Conjunto, de permitir el uso de los aviones cazas del USS Essex para derribar los aviones castristas, Kennedy respondió “¡No!, no quiero que fuerzas armadas de Estados Unidos estén involucradas”. El abandono de los hombres de la Brigada 2506 por parte de Estados Unidos llegó al extremo de ni siquiera activar una operación de rescate de los brigadistas pese a que frente a Girón navegaba una flotilla de 5 destructores y 1 portaviones norteamericanos, buques que al recibir fuego desde tierra optaron por retirarse y no responder. Los miembros de la Brigada que trataron de escapar en el velero “Celia” y que estuvieron a la deriva por 15 días en el Mar Caribe (26), fueron víctimas de la traición a quienes creyeron en las promesas de Estados Unidos de apoyarlos en su esfuerzo de liberar a su Patria.

La historia nos dice que Kennedy pagó caro por su proceder en Bahía de Cochinos. Su contraparte en la Guerra Fría, Nikita Khrushchev, le perdió el respeto y así se evidencio por el trato despectivo que recibió Kennedy del Premier Soviético en la Cumbre de Viena el 4 de junio de 1961, lo que ameritó que Kennedy se refiriera a esa Cumbre como “…lo peor que le había pasado en su vida”. Como muestra del irrespeto manifestado por Khrushchev hacía Kennedy, transcurrido poco más de dos meses de la Cumbre de Viena, Moscú inició la construcción del Muro de Berlín (Berliner Mauer) que habría de dividir al pueblo alemán hasta su libertario derrumbe en noviembre de 1989, evento histórico que marcó profundamente la psiquis de un oficial de la KGB soviética entonces destinado en Berlín, de nombre Vladimir Putin.

En el otoño de 1962, Nikita Khrushchev, apostando nuevamente a que Kennedy exhibiría la misma falta de decisión que mostró durante la invasión de Bahía de Cochinos, procedió a instalar misiles balísticos en Cuba en respuesta al despliegue de misiles “Júpiter” en Turquía. Aun cuando la historia presenta a Kennedy como el gran triunfador de la Crisis de los Misiles, los hechos evidencian lo contrario. En efecto, a cambio del retiro de los misiles soviéticos de Cuba, Kennedy se comprometió a no atacar Cuba y a retirar los misiles “Júpiter” de Turquía e Italia, sin consultar con los aliados de la OTAN. Esa decisión del presidente norteamericano llevó al presidente Charles De Gaulle de Francia a cuestionar la disposición de Estados Unidos de apoyar la seguridad de Europa frente a la Unión Soviética. En respuesta a la decisión de Kennedy, De Gaulle retiró a las fuerzas francesas del Comando de la OTAN y exigió el retiro de las bases de la Organización de territorio francés.

Read more ...

A 62 AÑOS DE LA TRAICIÓN EN PLAYA GIRÓN (primera parte)

“¿Como pude ser tan estúpido de permitir que se realizara la invasión?”

- John F. Kennedy a su asesor Theodore C. Sorensen, la Casa Blanca, abril de 1961 –

                                            INTRODUCCIÓN

El pasado 17 de abril de 2023 se cumplieron 62 años de la primera gran derrota de Estados Unidos en la Guerra Fría, (1) la que selló el destino de Cuba; abrió la puerta a la penetración castro-comunista en América; constituyó la justificación aludida por Nikita Khrushchev para desplegar misiles balísticos en Cuba en octubre de 1962, y, muy probablemente, fue el prólogo del asesinato del Presidente Kennedy en Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963.

Desde su arribo triunfal a La Habana el 8 de enero de 1959 tras la huida de Fulgencio Batista, Fidel Castro se embarcó en su verdadera misión de vida que era la de enfrentar y derrotar a Estados Unidos. (2) Así lo confirmaría el propio Fidel en una carta enviada a Celia Sánchez Manduley escrita en la Sierra Maestra el 5 de junio de 1958. En esa carta, cuyo original se exhibe en la sede del Diario Granma en La Habana, Fidel Castro dejó claro cuál sería su actitud frente a los Estados Unidos:

“Sierra Maestra

Junio 5-58

Celia:

Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.

Fidel”.

El 15 abril de 1959, Fidel Castro realizó un viaje “no oficial” de 11 días a Washington D.C. como invitado especial a la Convención Anual de la Sociedad Americana de Editores de Prensa (ASNE). Durante esa visita, Fidel se convirtió en el “Golden Boy” de la prensa norteamericana. El domingo 19 de abril, en una entrevista en el programa Meet the Press de la Cadena NBC-TV, Castro profirió su famoso “I am not communist” que logró convencer a muchos, incluyendo a miembros del Congreso de Estados Unidos quienes se refirieron al cubano como “el nuevo amigo de Estados Unidos”. Pero si alguien no se dejó llevar por la innata capacidad manipuladora de Fidel Castro fue el Vicepresidente Richard Nixon, quien tras sostener una reunión personal con Castro por más de 3 horas, enviaría un memorándum de 4 páginas al Presidente Eisenhower (3), al Secretario de Estado Christian A. Herder y a Allen Dulles, Director de la CIA, en el que señalaba que “Castro es un declarado ingenuo con relación al comunismo, o es un disciplinado agente comunista.” A partir de su encuentro con Fidel, Richard Nixon se autocalificaría como “…el principal promotor de una operación militar secreta para derrocar a Fidel Castro”, sentando así las bases para lo que acontecería exactamente 2 años después en la Bahía de Cochinos. (4)

Read more ...

El oso ruso se abalanza sobre Cuba

El gobernante Miguel Díaz-Canel ratificó el apoyo incondicional a la Federación de Rusia durante la reciente visita a La Habana de Dmitry Chernyshenko

El Gobierno de “continuidad” está entregando la nación cubana a Vladímir Putin, en su desesperación por superar la debacle económica y preservar el poder absoluto, en peligro por el creciente descontento social. Cuba queda en medio de la confrontación con Estados Unidos, al tiempo que sus relaciones exteriores, la influencia en la CELAC y el apoyo internacional anti-embargo estadounidense podrían lesionarse.

El gobernante Miguel Díaz-Canel ratificó el apoyo incondicional a la Federación de Rusia durante la reciente visita a La Habana de Dmitry Chernyshenko, vicepresidente muy cercano al mandatario eslavo. Así, el gobernante de la Isla justificó la invasión a Ucrania, con implicaciones muy superiores al apoyo de Fidel Castro al aplastamiento de la rebelión en Checoslovaquia, en 1968. Por su parte, Chernyshenko demostró el inmenso alcance de los compromisos contraídos por las autoridades cubanas al anunciar que su país demandaría cambios en la legislación cubana.

Anastás Mikoyán, viceprimer ministro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) llegó a Cuba en febrero de 1960, a fin de aprovechar la confrontación política que surgía con Estados Unidos. Para compensar el inicio de las sanciones económicas, él fue portador de un crédito de 100 millones de dólares y el intercambio de azúcar por petróleo. Fidel Castro desafiaba a la administración de Dwight Eisenhower, basado en el apoyo de millones de cubanos motivados por las promesas de democracia, mejoramiento de las condiciones de vida y auge económico, y aprovechando la confrontación entre Estados Unidos y la URSS.

El 8 de mayo de ese año, se reanudaron las relaciones diplomáticas interrumpidas en 1952 por Fulgencio Batista; y en octubre de 1962 el mundo estuvo a punto de colapsar por una posible Tercera Guerra Mundial, tras el emplazamiento de cohetes nucleares soviéticos en Cuba.

Read more ...

Subcategories